Los moluscos son uno de los grupos de animales conocidos más amplios. El número de especies vivas se calcula entre las 80.000 y las 150.000, conociéndose además unas 35.000 especies fósiles. Colonizan gran variedad de hábitats (prácticamente todos los del planeta) de lo que se deduce un gran éxito evolutivo. Por otra parte, su interés económico y cultural los han convertido en uno de los grupos de invertebrados mejor conocidos.
La explicación de la amplia variedad de formas radica probablemente en la enorme antigüedad de su linaje: los moluscos existían ya antes del Cámbrico (hace unos 600 millones de años) y al finalizar este periodo (hace 500 millones de años) ya estaban bien definidos todos los grupos actuales. A partir de aquí se produce un largo proceso de adaptación independiente en el que se van colonizando todos los medios posibles y van surgiendo las especies que conocemos.
El papel de la concha de los moluscos en el proceso de la fosilización es primordial. Está formada por carbonato cálcico, bajo la forma de calcita o de aragonito; en este último caso, la preservación no es tan frecuente, ya que el aragonito es un mineral metaestable. El hecho de no disponer casi nunca de las partes blandas de los organismos ha llevado a una sistematización de los restos de moluscos fósiles fundamentada en las características de la concha. Esto ha traído algunos problemas en el momento de comparar las especies vivientes con las fósiles, ya que no siempre las diferencias específicas que revelan las partes blandas quedan suficientemente reflejadas en las partes duras. Este hecho se agrava en el caso de moluscos de concha lisa o poco ornamentada, como los gasterópodos pulmonados.
Los moluscos con concha suelen dividirse clásicamente en siete grupos (fig.16):
- Monoplacophora: los monoplacóforos son mayoritariamente fósiles, con solo 10 especies vivas. Tiene un género vivo, Neopilina, descubierto en el año 1952 en aguas profundas. Este animal tiene una concha sencilla y lisa, y múltiples branquias (fig. 16 A)
- Amphineura: Los tres órdenes de la clase Polyplacophora (quitones) tienen una concha formada por ocho placas (valvas) dispuestas en fila y están bien adaptados para adherirse a las rocas (fig. 16 B)
- Bivalvia: con 7.500 especies vivas presentan la cubierta dividida en dos valvas, normalmente simétricas. La cabeza está escasamente desarrollada. (fig. 16 C)
- Scaphopoda: los escafópodos viven en los fondos arenosos y tienen una envoltura larga, ahusada y ligeramente curvada, con 350 especies vivas (fig. 16 D)
- Gastropoda: los gasterópodos son asimétricos y, o bien tienen una cubierta univalva o, no tienen ninguna. (fig. 16 E)
- Cephalopoda: los cefalópodos, con 600 especies vivas, se conocen también miles de especies fósiles. Los cefalópodos se han modificado por la reducción del pie y de la concha, y por el desarrollo de brazos alrededor de la boca. (fig. 16 F, G)
- Rostroconchia: Grupo de moluscos extintos, de apariencia similar a los bivalvos. Se diferencian de estos por la morfología de la línea dorsal, ya que no tienen una charnela funcional, por lo que las valvas se unían de manera rígida. Los rostroconquios más antiguos corresponden al Cámbrico superior, y los más recientes al Pérmico inferior, cuando fueron desplazados por los bivalvos, mucho más evolucionados y con mucha más capacidad de adaptación.