Los artrópodos constituyen un grupo de invertebrados amplio y variado, a menudo altamente especializados, con una larga historia evolutiva iniciada en el periodo Precámbrico. Entre los paleontólogos se cree que los artrópodos se desarrollaron a partir de gusanos acuáticos segmentados del tipo de los anélidos, debido a que han heredado de éstos, la estructura del sistema nervioso, el modo de aumentar los segmentos y la característica forma alargada del cuerpo; sin embargo, han desarrollado un esqueleto externo que les ha hecho perder la flexibilidad y la posibilidad de contracción típica de sus ancestros.
Los artrópodos comprenden organismos tan dispares como los escorpiones y arañas (Quelicerados: Arácnidos), langostas y cangrejos (Crustáceos), escarabajos y mariposas (Insectos), ciempiés y milpiés (Miriápodos), y grandes e importantes grupos de formas paleozoicas ya extinguidas, como el grupo de los Trilobites (Clase Trilobita).
Los trilobites (del latín tri = tres y lobus = lóbulo) representan el grupo más conocido y abundante dentro del registro posible de los artrópodos. Fueron animales invertebrados, cuya característica esencial es un cuerpo diferenciado en tres regiones: escudo cefálico (Cefalón), tórax y región caudal (pigidio). Los lóbulos se denominan pleurales (laterales) y axial (central).
La cabeza o cefalón es semicircular y en él pueden distinguirse glabelaen posición central, delimitada por surcos dorsales o axiales de las áreas laterales del cefalón, llamadas mejillas (fig.9). Sobre la glabela se aprecian un número variable de surcos, que definen a su vez lóbulos laterales y un lóbulo frontal. La sutura facial o línea de rotura por la que se abría el exoesqueleto durante la muda divide a las mejillas en dos partes: una interna denominada mejilla fija o fixigena, y otra externa llamada mejilla libre o librigena. Al conjunto formado por las mejillas fijas y la glabela recibe el nombre de cranidio.
Los ojos (fig.10) de los trilobites, en las formas que los poseen, se sitúan sobre las mejillas en la línea media del caparazón y a los costados de la glabela, presentando formas muy variables. Los ojos son del tipo compuesto, formados por unidades visuales, en posición radial, poligonales o circulares. Algunas especies son ciegas habitando zonas del fondo fangoso del mar. Los ojos de los trilobites representan el sistema visual complejo fósil más antiguo.
El hipostoma (fig.9) es una placa de tamaño y forma variable de una especie a otra, situada en una porción ventral de la glabela, que debía proteger la apertura bucal y el estómago.
La región torácica consta de una parte central o raquis formada por la sucesión de anillos axiales o raquidiales, y dos áreas laterales o regiones pleurales, formadas por pleuras y separadas del raquis por los surcos dorsales. Las pleuras pueden acabar de forma redondeada o poseer espinas pleurales.
El pigidio es la zona caudal del trilobites, involucrado directamente en la natación del animal, que está constituido por una serie de segmentos fusionados de la zona pleural distal, que en los artrópodos corrientes correspondería al abdomen; esta segmentación del pigidio está presente en muchas especies, algunos tan grandes como el cefalón, en otros muy pequeños, en tanto que en otras se pierde completamente.
La mayoría de los trilobites eran capaces de enrollarse y exponer su exoesqueleto. Su función era la protección contra los predadores y los cambios desfavorables en el ambiente. Incluso hay varios tipos de estructuras de enrollamiento, que son importantes en la clasificación. Las espinas genales y del pigidio están diseñadas como una protección extra durante el estado enrollado.
Los trilobites en el Cámbrico inferior no tenían una gran ornamentación externa; pero durante el Silúrico/Devónico, algunas especies comenzaron a desarrollar protuberancias y espinas. Una de las causas que se barajan para su aparición era el evitar su hundimiento en el sedimento blando, dado su tamaño; otra causa pudo haber sido para la protección contra los depredadores.
La gran mayoría de los trilobites oculados debieron vivir en aguas someras y bien iluminadas. También existían trilobites planctónicos y nectónicos (“nadadores”).
Los trilobites son muy utilizados en bioestratigrafía, sobre todo en lo que al Cámbrico y Ordovícico se refiere, siendo unos excelentes fósiles guía.
Los distintos órdenes de Trilobites se observan a continuación en esquema y foto (fig.11):