Constituyen uno de los grupos más grandes de invertebrados acuáticos. Se trata de organismos siempre coloniales, y las colonias presentan dimensiones muy diversas según el número de individuos o zooides que la componen. Estos zooides suelen presentar tamaños muy pequeños, rondando el medio milímetro, aunque algunas formas pueden llegar a los 5 mm.
Los briozoos son muy abundantes actualmente en ambientes marinos, aunque también subsisten en aguas salobres, y hay algunos de aguas dulces. Las colonias son ramificadas o incrustantes compuestas de pequeñas celdas o zoecias (fig. 23, centro) en las que se alojan los individuos, cada uno de los cuales está provisto de una corona de tentáculos retráctiles que rodea la boca, llamado lofóforo (fig 24A). El esqueleto de las zoecias es normalmente calcáreo, lo que hace que tengan un excelente potencial de conservación en el registro fósil. La forma y estructuras de las zoecias puede variar según la función del organismo dentro de la colonia (fig. 23, derecha). Los tentáculos de los zooides salen al exterior a través del orificio, que puede cerrarse por un opérculo, de naturaleza normalmente orgánica.
Llamamos zoario a la totalidad del esqueleto de una colonia de briozoos (fig.24B), y su morfología es muy variada, y altamente condicionada por el medio en el que vive. La mayoría de colonias son incrustantes, y viven tapizando el sustrato (rocas, algas, conchas de otros organismos, etc.). Otras pueden presentar formas ramificadas o de abanico, que se fijan al sustrato por una pequeña base.
Los briozoos se dividen en 3 clases: